Miden entre 0,5 y 4 m, dependiendo de la subespecie y el sexo del animal, siendo las hembras normalmente mayores que los machos. Presenta una atractiva coloración que consiste en superficies dorsales de tonos rojizos que quedan dentro de un fondo que puede ser blanco, rosado, marrón o dorado, dependiendo de la subespecie o los cruzamientos llevados a cabo en cautividad. Durante los días próximos a la muda, las serpientes adquieren una piel de color grisáceo poco vistosa y sus ojos se vuelven de color blanco cremoso.
En la naturaleza es raro que vivan más de 20 años, aunque en cautividad pueden alcanzar los 30 con relativa facilidad.
Reproducción
Llegada la época de reproducción, la hembra comienza a secretar feromonas a través de su cloaca para atraer a los machos. La hembra adquiere una posición rígida característica mientras el macho se mueve lentamente a su alrededor, siempre atento a sus movimientos. Cuando la hembra se muestre receptiva, el macho comenzará a pasar por encima suyo y a constreñirla suavemente. La hembra no ovulará hasta que no haya dado comienzo este cortejo.
Tras un largo periodo de cortejo, el macho introduce uno de sus dos hemipenes en la cloaca de la hembra y deposita su esperma. Tras la cópula la hembra intensifica su nivel de melanina, tomando un color más oscuro para absorber más calor. Durante la gestación la hembra cambiará de muda y tras cuatro meses dará a luz entre 20 y 60 crías vivas de entre 3 y 4 cm. Los recién nacidos normalmente no empezarán a comer hasta que hayan tenido su primera muda.
Comportamiento
Son animales solitarios y nocturnos. Pasan el día escondidas entre las ramas de los árboles o en algún tronco hueco y salen a cazar al caer la noche. Les gusta trepar a los árboles y tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.
Debido a su mala visión, depende de sus escamas termosensibles (fosetas loreales) para detectar a sus presas. Entre ellas se incluyen lagartos, pájaros de tamaño moderado, zarigüeyas, murciélagos, mangostas, ratas y ardillas. Sienten especial predilección por los murciélagos, a los que capturan desde los árboles en pleno vuelo. Mata a sus presas mediante constricción hasta estrangularlas.
Debido a su fama como aniquiladora de roedores son muchos los que tratan de atraerlas hacia sus jardines o cultivos.
Mascotas
En los últimos años las boas constrictoras han ganado popularidad entre los amantes de las mascotas exóticas. No son difíciles de mantener ya que se alimentan con facilidad; y sus colores son muy vistosos. Un problema que conllevan es el gran tamaño que llegan a alcanzar los animales adultos, especialmente la subespecie B. c. constrictor.
Por lo regular son buenas mascotas ya que no suelen ser agresivas con sus dueños (aun así no hay que llegar a confiarse), los cuidados que se necesitan por lo regular para mantenerlas son una buena temperatura obtenida con focos especiales o placas térmicas que se comercializan en el mercado de animales y algo de humedad así como buen espacio para el animal y algunos escondrijos.
Las llamadas Boas Constrictor Imperator Morph son ejemplares con pautas irregulares de color, formadas mediante una estricta selección por criadores expertos. Entre ellas encontramos las variedades albina (ausencia de melanina), hipomelanística (escasa melanina) o anerytrhina (ausencia de pigmento rojo). Cruzando unas variedades con otras se forman nuevos patrones de colorido.
Curiosidades
La más grande es la Boa constrictor constrictor, habiéndose encontrado especimenes de más de 4 m en estado salvaje y caracterizada por el rojo brillante de su cola. La boa albina, conocida como mascota exótica, se incluye dentro de la subespecie Boa constrictor imperator.
El mayor ejemplar en cautividad es una hembra de 5,5 m de Surinam que se encuentra en el Zoológico de San Diego.
En el Jardín Zoológico de Filadelfia se registró el caso de una Boa constrictor que llegó a vivir 40 años 3 meses y 14 días.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario