El cóndor de los Andes es el ave emblemática del escudo de Colombia. Es el ave voladora más grande del mundo. Con sus alas desplegadas llega a los 3,4 m y su longitud de pico a cola es de 1,6 m. Su peso puede llegar hasta 12 kg. El cóndor, al igual que las otras seis especies de carroñeros del Nuevo Mundo, pertenece a la familia Cathartidae, palabra derivada del griego "Kathartes" que significa "el que limpia".
Su plumaje es negro y en sus largas alas contrasta una banda blanca. Es una ave carroñera, es decir que se alimenta de animales muertos y en descomposición. Por su función de carroñero es una pieza importante en el equilibrio de los ecosistemas del que forma parte y es muy útil para la salud de muchos animales, porque al consumir rápidamente los cadáveres elimina fuentes de contacto de enfermedades o focos de contaminación. Por eso hay que evitar su desaparición. Un cóndor puede ingerir unos 5 kilogramos de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta cinco semanas
Los machos poseen una cresta bien diferenciada y el iris es de color café claro. La hembra no tiene cresta y el iris es de color rojo. Los juveniles son parduscos con las alas y cola más oscuras.
Son aves solitarias, pocas veces están acompañadas. Viven la mayor parte del tiempo volando y aprovechan las corrientes de aire caliente ascendente para mantenerse suspendidos en vuelo.
Alcanzan alturas hasta de 10.000 metros. Su sentido de la vista está muy desarrollado. Tienen territorios hasta de 120 km. El cóndor pasa la noche refugiado en cuevas en la montaña. Solamente aletean cuando no hay viento y cuando van a despegar.
Se reproducen cada 2 años, ponen un solo huevo que incuban ambos padres durante 58 días. El juvenil se mantiene con sus padres por más de un año. Llegan a la edad adulta a los 8 años y pueden vivir hasta 50 años. Se sabe que son monógamos durante toda la vida.
Esta especie se encuentra actualmente en peligro de extinción; el motivo para tal merma ha sido el exterminio a manos humanas por la creencia de que los cóndores cazan ganado vivo y que ciertas partes de su cuerpo tienen poderes terapéuticos o mágicos. Se distribuye en las cimas de los Andes desde Venezuela hasta Chile y Argentina, de los 3.200 hasta los 5.000 m.s.n.m. En Colombia se estima que quedan pocos cóndores y se está llevando a cabo un proyecto para su recolonización a cargo de la Fundación Renacer.
El misticismo de su muerte
Los incas creían que el cóndor era inmortal. Según cuenta el mito, cuando el animal siente que comienza a envejecer y que sus fuerzas se le acaban, se posa en el pico más alto y saliente de las montañas, repliega las alas, recoge las patas y se deja caer a pique contra el fondo de las quebradas, donde termina su reinado. Esta muerte es simbólica, ya que con este acto el cóndor vuelve al nido, a las montañas, desde donde renace hacia un nuevo ciclo, una nueva vida. El cóndor simbolizaba la fuerza, la inteligencia y el enaltecimiento o exaltación. Era un animal respetado por todos aquellos que vivían en los Andes desde tiempos prehispánicos, ya que no sólo traía buenos y malos presagios, sino que también era el responsable de que el sol saliera cada mañana, pues con su energía era capaz de tomar el astro y elevarlo sobre las montañas iniciando el ciclo vital.
Simbolismo
Aparece como símbolo patrio en los escudos de armas de las Repúblicas de Chile(fuerza), Colombia (libertad), Ecuador (poderío, grandeza y valor) y Bolivia(búsqueda de horizontes sin límites).
Entre los Parques Nacionales que podemos hallar están: Chingaza y Purace.
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